ETICA Y POLÍTICA MUNICIPAL
El martes, 20 de Octubre, Luis Miguel Boto,Concejal Presidente de la Junta municipal del distrito de Chamartín, dentro del ciclo "Ética y Política" que tiene lugar en la Asociación de Vecinos "Valle-Inclán", nos habló de la Ética y la Política Municipal. El concejal hizo un recorrido de la ética y la política, desde Aristóteles, pasando por Maquiavelo, hasta las dictaduras del s.xx. Nos habló sobre todo de la moral, de la moral política , que comparte espacio con el humanismo cristiano, que entiende que el bien, debe ser un concepto moral. Por último el debate se centró en su visión de la política Municipal. La Asociación de Vecinos "Valle-Inclán" de Prosperidad ha tenido el lujo de sentar juntos a vecinos de ideas muy diferentes, teniendo como invitado a Luis Miguel Boto, en un espacio público y plural. No es casualidad que la ÉTICA NOS HAYA REUNIDO. La próxima semana ,el 29 de Octubre , a las 19,30. nos visita D. BENJAMÍN FORCANO, QUE HABLARÁ DE ÉTICA Y JERARQUÍA ECLESIÁSTICA, ¿QUÉ PASA CON LA IGLESIA?
jueves, 22 de octubre de 2009
LA ÉTICA VECINDARIA Autor: JAVIER VEGAS blogger y columnista: www.arabaonline.com
Esto de la ética tiene mucho que teorizar. Pero en determinados casos, lo de teorizar no pasa de ser una forma de buscar excusas. Lo importante como individuos y miembros de un colectivo es practicar. Bien están los estudios, bien las teorías, pero, como ocurre con muchos de los postulados de las llamadas ciencias humanísticas, a menudo se trata de poco más que de verbalizar e intentar sistematizar lo que de forma natural venimos haciendo los humanos. Desde esta perspectiva, que una asociación de vecinos organice un ciclo sobre ética es algo que nunca debe considerarse como una incursión, una aventura o un sin sentido. Es precisamente en el ámbito de la convivencia donde la ética adquiere un sentido, y más aún hoy. Presos de un cierto fariseismo nos dedicamos en nuestros ámbitos vitales (nuestro barrio, nuestro pueblo, nuestra fábrica) a potricar y despotricar sobre la ética ajena, cuando mejor haríamos en practicar la propia.
Tendemos a menudo a justificarnos y hasta a convencernos de que carecemos de obligaciones éticas. Y lo hacemos movidos por el ejemplo que vemos o creemos ver en las castas dirigentes. Craso error. Error porque lo que debiera llevarnos a reforzar nuestra capacidad de crítica y a incentivar nuestros motivos de participación ciudadana nos lleva con frecuencia a renunciar a todo ello y subirnos en el carro de “los listos”. Error porque esa misma postura nos inhabilita a menudo para mostrar nuestro rechazo ante conductas cuya esencia compartimos, y de las que lo único que nos aleja es la oportunidad. Error porque en definitiva es patrimonio nuestro el mantener una actitud ética ante los avatares de la vida, pero, al menos así lo veo yo, la relación entre ética y política es meramente coyuntural, oportunista incluso y por tanto carente de ética. Dicho de forma clara, el uso de la ética por parte de la política es todo un ejemplo de falta de ética. Es a menudo un abuso. Cosas que toleramos e incluso aplaudimos en la historia o en la práctica política son absolutamente impensables en lo que podríamos llamar un comportamiento ético, y sin embargo son, tal como demuestra la propia historia, necesarias.
En el ámbito de lo social, de la conjunción de individuos en un entorno social, la ética es sin embargo importante, más que importante, vital si al establecimiento de unas normas de convivencia nos referimos. Ética en los negocios; en la educación; en la corresponsabilidad económica; en el trato a diferentes sean de género, raza, ideología o religión; en la participación política y hasta en el urbanismo y cuidado del medio ambiente. Comportamientos éticos que son a menudo el único sistema eficaz que a nivel individual tenemos para enfrentarnos a las grandes injusticias del planeta, sin que sirva aquello de “hasta que no lo hagamos todos no lo hacemos ninguno”. Todos es la suma de cada uno, y nunca se empiezan los caminos, por largos que sean sin dar un primer paso.
A partir de ahí, y sin que necesitemos un profundo esfuerzo mental, comenzaremos a descubrir aspectos en los que podemos acomodar mejor nuestras experiencias vitales a nuestros postulados éticos (si es que los tenemos, claro está). Cuestiones como el comercio justo, como la honestidad fiscal, como la honestidad administrativa, como las prácticas de un consumo responsable, etc. etc. pueden arrojarnos algunas pistas para acercar desde el plano teórico un debate sobre la ética a nuestra identidad vecindaria.
Javier Vegas 21.10.2009
Esto de la ética tiene mucho que teorizar. Pero en determinados casos, lo de teorizar no pasa de ser una forma de buscar excusas. Lo importante como individuos y miembros de un colectivo es practicar. Bien están los estudios, bien las teorías, pero, como ocurre con muchos de los postulados de las llamadas ciencias humanísticas, a menudo se trata de poco más que de verbalizar e intentar sistematizar lo que de forma natural venimos haciendo los humanos. Desde esta perspectiva, que una asociación de vecinos organice un ciclo sobre ética es algo que nunca debe considerarse como una incursión, una aventura o un sin sentido. Es precisamente en el ámbito de la convivencia donde la ética adquiere un sentido, y más aún hoy. Presos de un cierto fariseismo nos dedicamos en nuestros ámbitos vitales (nuestro barrio, nuestro pueblo, nuestra fábrica) a potricar y despotricar sobre la ética ajena, cuando mejor haríamos en practicar la propia.
Tendemos a menudo a justificarnos y hasta a convencernos de que carecemos de obligaciones éticas. Y lo hacemos movidos por el ejemplo que vemos o creemos ver en las castas dirigentes. Craso error. Error porque lo que debiera llevarnos a reforzar nuestra capacidad de crítica y a incentivar nuestros motivos de participación ciudadana nos lleva con frecuencia a renunciar a todo ello y subirnos en el carro de “los listos”. Error porque esa misma postura nos inhabilita a menudo para mostrar nuestro rechazo ante conductas cuya esencia compartimos, y de las que lo único que nos aleja es la oportunidad. Error porque en definitiva es patrimonio nuestro el mantener una actitud ética ante los avatares de la vida, pero, al menos así lo veo yo, la relación entre ética y política es meramente coyuntural, oportunista incluso y por tanto carente de ética. Dicho de forma clara, el uso de la ética por parte de la política es todo un ejemplo de falta de ética. Es a menudo un abuso. Cosas que toleramos e incluso aplaudimos en la historia o en la práctica política son absolutamente impensables en lo que podríamos llamar un comportamiento ético, y sin embargo son, tal como demuestra la propia historia, necesarias.
En el ámbito de lo social, de la conjunción de individuos en un entorno social, la ética es sin embargo importante, más que importante, vital si al establecimiento de unas normas de convivencia nos referimos. Ética en los negocios; en la educación; en la corresponsabilidad económica; en el trato a diferentes sean de género, raza, ideología o religión; en la participación política y hasta en el urbanismo y cuidado del medio ambiente. Comportamientos éticos que son a menudo el único sistema eficaz que a nivel individual tenemos para enfrentarnos a las grandes injusticias del planeta, sin que sirva aquello de “hasta que no lo hagamos todos no lo hacemos ninguno”. Todos es la suma de cada uno, y nunca se empiezan los caminos, por largos que sean sin dar un primer paso.
A partir de ahí, y sin que necesitemos un profundo esfuerzo mental, comenzaremos a descubrir aspectos en los que podemos acomodar mejor nuestras experiencias vitales a nuestros postulados éticos (si es que los tenemos, claro está). Cuestiones como el comercio justo, como la honestidad fiscal, como la honestidad administrativa, como las prácticas de un consumo responsable, etc. etc. pueden arrojarnos algunas pistas para acercar desde el plano teórico un debate sobre la ética a nuestra identidad vecindaria.
Javier Vegas 21.10.2009
lunes, 19 de octubre de 2009
El pasado jueves día 15 de octubre, Alfonso Ortí, presentó la ponencia “Ética y Comunicación Política”, dentro del Ciclo de Conferencias sobre Ética y Política en la Sociedad, que transcurre en la A.V Valle Inclán de Prosperidad . Con un largo y rico curriculum académico y profesional en Sociología e Historia, se ha dedicado a la docencia en la Universidad, además de ser junto a Jesús Ibáñez y Ángel de Lucas, entre otros, precursor y creador de la Escuela Cualitativista de Sociología española. Así mismo, ha dedicado parte de su esfuerzo y trabajo a los estudios de Historiografía Social de la España del Siglo XIX y XX, destacando por su profundo y pormenorizados estudios entorno a la figura de Joaquín Costa.
La conferencia tuvo como tema principal el análisis sociohistórico de la dimensión ética en la esfera política. Partiendo de la situación actual de crisis global generalizada en un triple dimensión económica, política y cultural, señaló como el proceso de producción/comunicación simbólica en el campo político y cultural actual, están influenciados, en nuestro contexto histórico actual, por la lógica de la rentabilización y de la inmediatez de resultados tangibles,- lucha por los votos, en el campo político, lucha por la audiencia, en el campo de los medios de comunicación social,- siendo el factor determinante de ello la impregnación de todas las esferas de la vida social por la lógica capitalista de mercado. Así mismo, hizo un recorrido por las características de la comunicación y su relación con las ideologías, y siguiendo un interesante esquema, del cuadernillo de fotocopias que entregó a los participantes, una reflexión sobre la tipología de los medios de comunicación social y sus tendencias ideológicas y culturales, en el universo mediático de Madrid.
La conferencia tuvo como tema principal el análisis sociohistórico de la dimensión ética en la esfera política. Partiendo de la situación actual de crisis global generalizada en un triple dimensión económica, política y cultural, señaló como el proceso de producción/comunicación simbólica en el campo político y cultural actual, están influenciados, en nuestro contexto histórico actual, por la lógica de la rentabilización y de la inmediatez de resultados tangibles,- lucha por los votos, en el campo político, lucha por la audiencia, en el campo de los medios de comunicación social,- siendo el factor determinante de ello la impregnación de todas las esferas de la vida social por la lógica capitalista de mercado. Así mismo, hizo un recorrido por las características de la comunicación y su relación con las ideologías, y siguiendo un interesante esquema, del cuadernillo de fotocopias que entregó a los participantes, una reflexión sobre la tipología de los medios de comunicación social y sus tendencias ideológicas y culturales, en el universo mediático de Madrid.
Etiquetas:
Ética y Comunicación Política
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