domingo, 13 de junio de 2010

INGER ENKVIST -SOBRE TABÚES Y LECTURA

ROMPER CON LOS TABÚES DE LA EDUCACIÓN Y FOMENTAR LA LECTURA



La analista educativa internacional, Inger Enkvist (Suecia), ha compartido esta mañana en la Feria sus reflexiones acerca de los sistemas educativos occidentales. A su juicio, estos sistemas producen cada vez más fracaso escolar y no cumplen con su misión a pesar de las grandes ideas y de los buenos sentimientos de los gobiernos.



Madrid, jueves 3 de junio





Tres tabúes políticamente incorrectos sobre la educación



Esta mañana en el Pabellón Carmen Martín Gaite, la analista educativa internacional, Inger Enkvist (Suecia) ha dado una conferencia rompedora acerca de las ideas preconcebidas sobre educación que dañan la educación de las generaciones futuras.



Después de la segunda guerra mundial los países occidentales decidieron invertir de manera masiva en educación para aumentar a mediano y largo plazo las calificaciones de su mano de obra. Coincidiendo con este propósito, se expandieron las prácticas de una educación lúdica en la que el alumno es más libre y se realizan menos exámenes. Surgida después del mayo del 68, esta utopía educativa, según Enkvist, ha conducido a una desvalorización de la profesión docente. Como prueba, la baja de las notas de corte en la admisión de futuros profesores en los centros de formación docentes. Los mejores estudiantes ya no se sienten atraídos por esta profesión que no valora sus competencias.



Uno de los primeros tabúes es que el nivel general de los alumnos está bajando desde los años 70 y de manera general, incluso en los países con mejores resultados en el informe PISA, a excepción de Finlandia. El famoso informe ha tenido el mérito de poner el acento en las políticas educativas y los gobiernos, muy atentos a estos resultados, han decidido invertir en sus sistemas educativos para no estar a la cola. Sin embargo, Enkvist reconoce que los ministerios no saben cómo dirigir estas inversiones y que los resultados no están finalmente a la altura de las esperanzas.



El segundo tabú tiene que ver con los profesores mismos. La concepción del alumno autónomo, que construye sus propios conocimientos y en la que el profesor está considerado más como un facilitador, ha tenido consecuencias muy dañinas. Enkvist ha comentado los resultados de un informe realizado por tres economistas suecos que han analizado a base de estadísticas la calidad y rendimiento del sistema educativo sueco. Las conclusiones fueron que la calidad no depende ni del territorio de los municipios (rural / urbano), ni de la inversión y ni del tejido social (número de inmigrantes en las clases). Los economistas, que tampoco querían opinar en términos pedagógicos, han concluido que sólo “el ambiente” de las clases podía explicar estas diferencias. Enkvist va más allá y declara que, a palabras veladas, los economistas pensaban en la calidad de los profesores como factor de éxito o de fracaso escolar. “Es terrible, pero un profesor no puede dar lo que no tiene” ha sentenciado la analista educativa sueca. El estudio McKinsey presenta en este sentido un ejemplo muy elocuente. Se ha observado a tres clases de primarias de mismo nivel dirigidas por tres profesores desde mediocre hasta excelente y las conclusiones han demostrado que los peores resultados e incluso los casos de regresión habían tenido lugar con el profesor mediocre. “Es una realidad terrible”, se alarmó Enkvist, “porque es una lotería para los alumnos”.



El tercer tabú tiene que ver con la idea que la educación es un regalo y que no se motive a los alumnos según sus esfuerzos y méritos. La actitud de trabajo y el entorno familiar son capitales según Enkvist. Ha tomado el ejemplo de un estudio que llevó a cabo en California observando a cuatro grupos étnicos (hispanos, afro americanos, anglos y asiáticos). Los resultados indican que ni la categoría social (inmigrantes o no), ni la posición laboral de los padres son elementos que pueden explicar el éxito de alguna de estas cuatro categorías de la sociedad californiana. Los asiáticos demostraron tener las mejores aptitudes y los mejores resultados al final del estudio.



Para concluir la charla, Enkvist se ha detenido en el ejemplo de Finlandia, país número uno en los informes PISA tanto en comprensión lectora, en matemática y biología. El éxito se debe según ella a tres elementos empezando por la selección de sus profesores. Efectivamente, el sistema finlandés ha puesto en marcha desde años mecanismos de selección de los mejores alumnos destinados a la profesión docente. Se elijen entre el 10 y 30% de los mejores elementos que salen del bachillerato para formarles. No reciben una mejor remuneración y su formación es similar al resto de Europa pero se sienten valorados y considerados. En segundo lugar, Finlandia ofrece a un 20% de sus alumnos un servicio de apoyo individualizado para evitar cualquier retraso y en tercer lugar, el número de plazas en universidades es limitado con lo cual desde los 11-12 años, los alumnos están incentivados a sacar buenos resultados para poder elegir la carrera que más les guste.



Inger Enkvist ha concluido que sin exigencias claras un sistema educativo no podía llegar a ningún resultado.

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